"Casi siempre se hallan en nuestras manos los  recursos que pedimos al cielo." 
William Shakespeare

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  ARTÍCULOS: ARCHIVO

 

Los discursos que nos atraviesan
Pensamiento radical

Solidaridad, cooperación y sinceramiento:
la realidad de un sistema económico

  

Hace unos meses, llegábamos a la conclusión de que, ante el desgaste de palabras repetidas hasta el desdibujamiento, los participantes del 1er. Congreso Online del Observatorio para la Cibersociedad – Barcelona, 2002, acuñaban el término ‘ciberhermanamiento’ para referirse, con una mirada limpia, a lo que aún se define como ‘cooperación’.

 En ese mismo artículo, de la mano de Primo Levi y de Tzvetan Todorov, buscábamos respuestas sobre las diferencias entre el egoísmo (el sentimiento que legitima el capitalismo globalizador) y la solidaridad, para concluir preguntando ¿cómo se constituye hoy la solidaridad?

 Lejos de quienes afirman que “Solidaridad es dar hoy para recibir mañana, es un acto recíproco, es algo que podemos hacer por cultura, producir un acto que beneficie a alguien y yo haber recibido el mismo beneficio de otro alguien. El simple hecho de cerrar la puerta del ascensor es un acto solidario.” (1); nosotros preferimos rescatar con Ernesto Sabato el asombro que provoca la asistencia, la colaboración para la vida que siempre nace en los sectores humildes que transparentan la verdadera naturaleza del hombre.

Pero en estos tiempos de discurso único, globalización, primacía hegemónica de la economía, de exclusión y de guarismos que instalan a seres humanos como sujetos pasibles de ser catalogados como ‘en condiciones de necesidades básicas insatisfechas. La exclusión, la lucha de pobres contra pobres, no es campo de cultivo para la fe y la esperanza, para los valores que sostenían aquella solidaridad ‘natural’.

Como Sabato asevera: “ si no nos dejamos tocar por lo que nos rodea no podremos ser solidarios con nada ni con nadie” (2). Además con gobiernos que han olvidado qué es promover el bien común:

“La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia.” (3)

Aún para los que sostienen y cultivan los valores solidarios, “a veces los ideales se degradan en su ejercicio ... se ensucian y bastardean esos ideales” (4)

 Por eso conviene recordar algunos conceptos.

 

La cooperación libre es la solidaridad para hacer

En nuestro país, la Argentina, el concepto de cooperación está ligado a la escuela que siguió la línea histórica tratada por Juan B. Justo, estudioso de problemas sociales y fundador del Partido Socialista y de la Cooperativa de Consumo, Edificación y Crédito  “El Hogar Obrero”.

En 1986, puntualiza el tema con precisión Luis A. Carello, representante a nivel nacional e internacional del cooperativismo argentino en las décadas del ’70 y del ’80:

“Pienso, como Justo, que la cooperación que debe interesarnos y debemos subrayar, es la que él llamaba, como algunos autores belgas de su tiempo, “cooperación libre”. En su obra fundamental Teoría y práctica de la historia, decía: “Frente a la cooperación forzada que le impone la dirección capitalista, la clase trabajadora ejercita y desarrolla sus actitudes para organizar y dirigir por sí sola la producción, practicando la cooperación voluntaria en la acción económica. La cooperación libre es la solidaridad para hacer, y exige de los asociados un grado mucho más alto de capacidad histórica que la acción negativa en las huelgas; es el campo en que los proletarios adquieren derechos y contraen obligaciones entre sí, entre iguales; es para ellos, permanentemente sujetos a la relación extorsiva del salario, la primera ocasión de un verdadero contrato”. (5) *

De esa manera distinguía Justo el concepto de “cooperación libre” de la “cooperación forzada”, impuesta a los trabajadores por el sistema capitalista de producción. La obra fue escrita y apareció en 1909, cuando éste era el único tipo de cooperación forzada existente. Pero cuando la historia contemporánea fue gestando nuevos fenómenos de cooperación forzada, vinculados ya a concepciones totalitarias, también Justo afirmó frente a ellas el concepto de cooperación libre, que conserva hasta nuestros días todo su valor.” (6) **

  


Juan B. Justo
 

 

Estas precisiones nos hacen retomar la conciencia –algo desdibujada por estos días- de que, basado en un conjunto de valores y principios, estamos hablando de un sistema económico, que se rige por las reglas y normas de la economía. Sus singulares reglas y normas económicas.

En 1987, Arturo O. Ravina, actualmente presidente del Instituto de Economía Social, filial argentina del CIRIEC, afirmaba:

 “la economía social es el sector de la economía privada (por oposición a la economía estatal) dirigido al interés general y que no persigue fines de lucro. Se caracteriza por las relaciones entre sus miembros y entre éstos y los órganos sociales, que se determinan conforme con las reglas de la democracia y de la no discriminación. (...)  Creemos que en una democracia pluralista, en una democracia social, el sector de la economía que propiciamos integra participativamente al hombre en la gestión económica y marca un rumbo definido en el camino de su emancipación y dignificación. Su influencia es decisiva para corregir la desviación de los otros sectores”. (7)

 

La economía social

  


Arturo Vainstok

Arturo Vainstok, maestro de la cooperación a nivel mundial, en un seminario dictado en 1984, definía el campo de estudio:

“El concepto de "economía social” corresponde a las estructuras económicas que nacen de la clase obrera y artesanal (productores rurales y urbanos), como instrumento de defensa solidaria en el contexto del sistema económico capitalista vigente. La noción de servicio social organizado por la acción  de asistencia mutua, con el único objeto del bien común, genera un universo económico diferenciado del contexto de la economía de mercado que opera en función de la ganancia óptima.

"A las cooperativas y mutualidades se sumaron las organizaciones económicas de origen sindical y popular que persiguen similares fines de ayuda mutua y bien común, desprovistas de fines de lucro autónomo institucional.

"Las fronteras de la economía social se ampliaron para incorporar las empresas públicas cuyos resultados operativos responden al objeto de bien común de la sociedad, claramente tipificado.” (8)

 

En el mismo seminario, en referencia a las dos líneas que definían las categorías fundamentales del curso histórico de la estructura internacional entonces vigente, Vainstok señalaba:

  • el desarrollo desigual: “las diferencias en la tasa de crecimiento tienden a ensancharse. En cuarenta países que según cifras de 1980 reunieron 630 millones de habitantes, con ingresos menores a 135 dólares anuales, la tendencia acusada era hacia un agravamiento de la pobreza; o para emplear la expresión del informe del Banco Mundial: “miseria indescriptible”. Y es sabido que el banco no se caracteriza precisamente, por cultivar literatura panfletaria.” (9)
  • la transición tecnológica: “no debe sorprender el uso de sus recursos que hacen algunos sectores del poder económico, las técnicas variadas que utilizan en el vaciamiento de empresas, que generan conflictos sociales, las maniobras de holdings, las quiebras elaboradas que producen despidos masivos y las reacciones consiguientes. Y todo esto manipulado hábilmente a través de los medios que trabajan para la desinformación masiva.” (10)

Vainstok proponía, asimismo, hipótesis de trabajo que, tan provisionales como debían ser, definían su planificación estratégica para la economía social argentina:

 

  1. “Corresponde instituir como responsabilidad social de las organizaciones representativas, continuar investigando los problemas de la propia identidad, analizando permanentemente prácticas operativas y la proyección de los principios sobre esa realidad. Reexaminar los datos cotidianos en un ejercicio de reflexión común que fortalece las entidades y las hace más aptas para enfrentar el futuro. La rutina es un enemigo peligroso y las concesiones que se le hacen constituyen un error que se paga en el tiempo, quizá en el corto plazo.
  2. “Investigar sistemáticamente la realidad externa, sin olvidar que los hechos son como son, y su correcta evaluación es indispensable para ejercer una acertada conducción institucional.
  3. “La eficiencia operativa es un mandato de cumplimiento inexcusable.
  4. “Debe impulsarse el acercamiento de las cooperativas con los sindicatos y sus obras sociales y las mutualidades, a fin de promover la acción concertada en beneficio común y extender las fronteras morales de la economía social.
  5. “Apoyar la investigación científica y técnica en el área de la economía social.
  6. “Neutralizar los procesos de sumisión y oscurantismo y toda forma de distorsión de la verdad.
  7. “Fortalecer las estructuras de la economía social para consolidar sus cuadros y su vigencia real.
  8. “Consolidar publicaciones de difusión del pensamiento social.
  9. “Estimular la militancia en sentido amplio.
  10. “La sociedad crea la historia o la soporta. Estudiar para impulsar el progreso histórico y construir un destino humano con dignidad esencial.
  11. “Fomentar la esperanza para adoptar el compromiso histórico de trabajar responsablemente en la construcción de una sociedad justa. Elaborar un proyecto de país para sacar a nuestra Argentina doliente de la nada de sus ilusiones vacías, que se refugian en los vanos ruidos y cartón pintado. Trabajar para el país que queremos construir, partiendo de la consolidación de la democracia, que debe ser preservada del aventurerismo cavernícola, de la agresión sofisticada de los libremercadistas y de la vocinglería del confusionismo, que invocando al pueblo, sirve a los intereses de sus enemigos y trabaja contra la historia.” (11)

 

Crecimiento económico con desarrollo social

 

Más cerca en el tiempo, en la extensa década del ’90, que sistemáticamente sometió a la economía social a sucesivos procesos de degradación colectiva (12); Rubén E. Beraja, (prestigioso y reverenciado –pero desoído e irrespetado- dirigente de primerísima línea) presentaba el seminario sectorial hecho en la Argentina, en 1997, más relevante del que se tenga memoria, con estas palabras:

“Nos presentamos como la experiencia cooperativa, con una voz pacífica pero con una voluntad férrea para seguir trabajando para que la libertad se pueda ejercer en el marco de conceptos éticos y morales elevados, poniendo en primer lugar el concepto de solidaridad, que es el componente esencial para construir sociedades donde el hombre pueda desarrollar su libertad. Porque donde el egoísmo, la indiferencia, la frialdad de los números se impone sobre el valor de la condición humana, la libertad se convierte en un valor abstracto. (...) Salgamos con firmeza de los aspectos puramente teóricos y seamos capaces de desarrollar conclusiones que sirvan para afirmar que en la realidad cotidiana hay un modelo cooperativo en este final del siglo XX que se mantiene vivo, y es capaz de renovarse a sí mismo con coraje y decisión para asumir con firmeza los desafíos de este momento. Desafíos que también nos tienen a nosotros como deudores, porque debemos reconocer que nos ha costado mucho adaptarnos a los cambios que se han producido en el mundo en los campos de la economía y de la política” (13)

  

Otras voces acompañaron estas expresiones. Entre ellas resaltó la de Alfredo González Moledo, dirigente de extensa y prestigiosa actuación internacional desarrollada en instituciones en las que le tocó acompañar y luego reemplazar al Dr. Vainstok. Entre otros dichos afirmó:

“Cuando se pensó con Beraja en realizar este seminario y en la búsqueda de colaboración internacional teníamos dudas, Sabíamos que en virtud de la globalización de la economía, de los cambios sociales en el mundo, era imprescindible decir cuál es el camino y cuál es el rol del sistema cooperativo. Creímos arriesgado hacerlo, porque sabemos que un seminario de este tipo necesita respaldo económico. Afortunadamente el Estado respondió tanto a nivel nacional como provincial, pero también respondieron los amigos de Alemania, Bélgica, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Italia, Suiza. En definitiva los cooperadores que piensan y sienten una misma filosofía de vida” (14)

 

Las expresiones de Moledo llevaron al entonces representante residente del Banco Mundial, Patricio Millán a pronunciarse:

“El desafío más importante de la hora actual es reducir la pobreza y la desigualdad en todo el continente. Para esto el Banco Mundial ha destinado recursos aquí en la Argentina y en otros países de América Latina, pero el gran esfuerzo está en el crecimiento productivo y en este sentido la acción de las cooperativas es esencial. Nosotros, como organismo internacional proporcionamos recursos que deben ser utilizados por aquellos empresarios que están dispuestos a utilizar esos financiamientos para un crecimiento con desarrollo social.” (15)

  

El final de los ’90 y el inicio del siglo XXI

 

Hasta aquí hemos compendiado expresiones e ideas serias, pronunciadas por hombres probos, que invitaban a la reflexión profunda, a la sana autocrítica, al compromiso de ponderar y definir lineamientos estratégicos, cuyos objetivos, claros y necesarios, empeñaran la voluntad de realizar un trabajo de fuste.

 

Lamentablemente los posteriores embates económicos sufridos por la Argentina, tanto en el ambiente de la Economía Social como en el país todo, hicieron conocer situaciones ominosas y alarmantes que, al no atinarse a dar respuestas adecuadas, condujeron a crisis y padecimientos inéditos en la historia argentina.

 

La etapa que hoy vivimos, está convocada a alcanzar sin excusas instancias de superación, también está llamada a desarrollar prontamente un proceso de profundo sinceramiento. Profundo real y concreto.

 

Para valientes.

 

 

 

Los sinceramientos.

Lo inadmisible de desenmascarar una mentira.

Sin sostener una mentira con ‘fines nobles’.

Sin pontificar sin fundamento ni calidad.

Ni mentir sin máscara ante la connivencia de tantos, traicionando descaradamente los fines que se invocan como los pilares de nobleza que los distinguen y legitiman.

Sin la mendacidad impertérrita de trepadores sin por venir que creen que repitiendo palabras huecas serán reconocidos como líderes excelsos que marcaron historia.

Sin nuestro tiempo del desprecio: payasada y connivencia. El infortunio de un tiempo en que una conjunción nefasta de pontífices trasnochados y mentirosos grandilocuentes, hace que los honestos se alejen por impotencia y por asco, para canalizar todas sus energías en preservar lo que queda, hasta que la decantación natural de la vida marque la muerte de los pontificados engañadores y despedace las máscaras de los payasos desteñidos.

Es cuestión de propiciar el momento... la saturación general parece indicar que poco falta.

Para entonces debemos empezar a construir de nuevo.

 

Cecilia Suárez

 

 

NOTAS

 

  1. Carta personal de Floreal Gorini a Cecilia Suárez, 28 de enero de 2003.
  2. Sabato, Ernesto, La resistencia, Seix Barral, Buenos Aires, 2000.
  3. Sabato, Ernesto, Antes del fin, Seix Barral, Buenos Aires, 1998.
  4. Sabato, Ernesto, Apologías y rechazos, Seix Barral, Buenos Aires, 1979.
  5. *   Justo, Juan B., Obras completas – tomo II, Ed. La Vanguardia, Buenos Aires, 1893.
  6. **  Justo, Juan B., Obras – tomo VI, Ed. La Vanguardia, Buenos Aires, 1947 (Cf. Carello, Luis Armando, El pensamiento cooperativo de Juan B- Justo en nuestros días, Ed. Federación Argentina de Cooperativas de Consumo, Buenos Aires, 1984.
  7. Ravina, Arturo Octavio, ponencia “Perspectivas futuras de la economía social” en el Curso Contribución de la Economía Social al desarrollo del país, organizado por la Cooperativa El Hogar Obrero en adhesión al 90º Aniversario de la Biblioteca Obrera Juan B. Justo, coordinado por Cecilia Suárez
    Publicó Cuadernos de Economía Social, Año X, Nº 28, IAIES, Buenos Aires, 1988.

8.       Vainstok, Arturo, ponencia “Política social y economía social” en el seminario “La economía social como factor de cambio en el proceso de transformación democrático del país”, patrocinado por el IAIES, filial argentina del CIRIEC
Publicó Nuevo País, Buenos Aires, 1984.

9.       Vainstok, Arturo, ponencia “El mundo de la transición actual” en el seminario “La economía social como factor de cambio en el proceso de transformación democrático del país”, patrocinado por el IAIES, filial argentina del CIRIEC
Publicó Nuevo País, Buenos Aires, 1984.

10.   Vainstok, Arturo, ponencia “El mundo de la transición actual” en el seminario “La economía social como factor de cambio en el proceso de transformación democrático del país”, patrocinado por el IAIES, filial argentina del CIRIEC
Publicó Nuevo País, Buenos Aires, 1984.

11.   Vainstok, Arturo, ponencia “Síntesis en once puntos” en el seminario “La economía social como factor de cambio en el proceso de transformación democrático del país”, patrocinado por el IAIES, filial argentina del CIRIEC
Publicó Nuevo País, Buenos Aires, 1984.
Compilación de Cecilia Suárez.

12.   Ya Vainstok había anunciado a fines de los ’80 que “en el curso del fervor privatista no se mencionaba la posibilidad de la variable de integración del sector público con la organización cooperativa de los usuarios, para la prestación de servicios, responsablemente implementada y controlada por las estructuras sociales solidarias.” 
Vainstok, Arturo, ponencia “Perspectivas futuras de la economía social” en el Curso Contribución de la Economía Social al desarrollo del país, organizado por la Cooperativa El Hogar Obrero en adhesión al 90º Aniversario de la Biblioteca Obrera Juan B. Justo, coordinado por Cecilia Suárez
Publicó Cuadernos de Economía Social, Año X, Nº 28, IAIES, Buenos Aires, 1988.

13.   Beraja, Rubén Ezra, presentación del seminario internacional Crecimiento     económico con desarrollo social, coordinado por Cecilia Suárez
Publicó Cooperar, Buenos Aires, 1997.

14.   González Moledo, Alfredo, presentación del seminario internacional Crecimiento económico con desarrollo social, coordinado por Cecilia Suárez
Publicó Cooperar, Buenos Aires, 1997.

15.   Millán, Patricio (BM), presentación del seminario internacional Crecimiento económico con desarrollo social, coordinado por Cecilia Suárez
Publicó Cooperar, Buenos Aires, 1997.

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