Tomar
la palabra - Año I - Número 28
Otra voz sobre la adopción, segunda parte, por
María Adela Mondelli
Nuevamente,
nuestra amiga María Adela
Mondelli, la creadora del Boletín "Vivir Mejor" : http://cablemodem.fibertel.com.ar/vivirmejor/,
tomando algunos párrafos del tema que está desarrollando Mario Coppolillo, nos
apunta otra perspectiva:
Retomo de la parte 4
de los excelentes artículos de Mario :
En el caso de la
adopción, por el mismo hecho de recibir un hijo de otra mujer, y sin la
mediación del proceso biológico, las fantasías del robo del hijo se
acentúan de manera considerable. La adoptante experimenta de modo casi
constante que la madre biológica volverá algún día para recuperar a
su hijo y así vengarse de ella por hebérselo robado.
El deseo de embarazo y el
deseo de hijo no son el mismo en el psiquismo femenino.
Haciendo una analogía que
ejemplifique el mecanismo que quiero exponer, la fertilidad asistida es
un modo de la maternidad tercerizada por el discurso científico,
allí no hay maternidad si no media el médico. La
tercerización del médico busca la satisfacción del deseo de embarazo.
La adopción es un modo de
la maternidad tercerizado por el discurso jurídico. No hay maternidad en
la adopción si no hay juez y sentencia.
Pero en uno y en otro caso
la maternidad acontece en otro lugar, que no es ni en el discurso
científico ni en el de la ley en si mismos, aunque estos son
imprescindibles.
En la adopción la maternidad
acontece entre el deseo que es no siendo (el de la mujer
gestante) y el que es siendo (el de la mujer adoptante); es producto
de una escena que se contruye en el pasaje del producto entre
esas dos mujeres. Es en ese espacio intersubjetivo donde adviene un hijo
por vía de la adopción. Allí la tercerización de la ley es
como garante de ese pasaje. Como en la fertilidad asistida la ciencia,
en la adopción la ley, es "la vía" no el lugar donde
acontece la parentalidad.
Es notable que así como no
dudamos que el instituto del casamiento o del divorcio de
común acuerdo acontece y se legitima en el espacio intersubjetivo de
los participantes y no en el acta o la sentencia que los legaliza,
pareciera que aún no es tiempo de que suceda otro tanto
en el instituto de la adopción.
Las fantasías
persecutorias de la adoptante, en relación a su propia madre
"vengativa y todopoderosa",son proyectadas hacia la madre biológica
del adoptado. La madre de orígen
"todopoderosa-y-capaz-de-engendrar" adquiere un carácter
persecutorio, creando al mismo tiempo sentimientos de culpabilidad, dado
que la madre biológica, en las fantasías inconscientes de la
adoptante, ha sido despojada del hijo y condenada a la pérdida,
"castrada".Estos sentimientos de culpabilidad pueden influir
negativamente en el vínculo con el adoptado.
Es frecuente que, en las entrevistas previas a la adopción, muchas
madres adoptantes declaren su preferencia por no saber nada sobre la
madre biológica, lo que demuestra una profunda preocupación acerca de
aquella.
La fantasía de robo del
hijo funciona en la mujer madre adoptiva del mismo modo que en la mujer
madre biológica como lo dice Coppolillo; la cuestión es que encuentra
a la gestante como objeto dilecto para la proyección por acción
directa del discurso jurídico y psicológico, que debieran ser los
responsables de sostener un dispositivo que facilite los
procesos adecuados para ese pasaje.
Mi experiencia en adopciones
abiertas me lleva a esta convicción.
Cuando la
mujer madre por vía de la adopción "concluye" en esa escena
a la que antes me refería, en el no deseo de hijo de la mujer gestante,
no sólo se diluyen esa fantasía de "vendrá a pedirlo",
"querrá conocerlo", "me lo robará", "se lo
robé"; sino que se facilita grandemente la transmisión de
la historia al hijo, y la vida toda a él mismo. Del mismo
modo que cuando la mujer gestante concluye su donación a esa otra mujer
en esa escena, se le diluyen sus fantasías respecto al por-venir de ese
niño.... No hay fantasía de robo ni restitución para ninguna
de las dos, si hay un dispositivo que facilite la convicción de don
en ambas.
En la entrevista con
la asistente social de un juzgado, esta le decía a una mujer que
venía a renunciar a su patria potestad para dejar a un niño en
guarda con vista a adopción a otra mujer que ella conocía : "a
muchas mujeres le sucede lo mismo que a usted, y no por eso dan a su
hijo". La mujer que entregaba al niño le respondió
(media hora antes de nunca más saber nada de él) : "es que
usted nunca podrá entender que yo lo hago de corazón". Es
esa brecha que la asistente social no pudo salvar, para la que la
carece de dispositivo : comprender que "de corazón"
entregaba al producto de su embarazo porque no había advenido
este producto en "hijo", la que hace que allí la
asistente no pueda sostener esa escena de la entrega y se
vea impulsada a culpabilizarla. Ahí está -en la asistentee
social en este caso- el germen de la mujer gestante como depositaria
de la proyección de fantasía de robo de la madre por adopción. En
este caso estaba el conocimiento de ambas mediatizado por un proceso
que había facilitado el don, pero esto bajo esta legislación también
puede ser vivido bajo el modo de la culpa : tengo que demostrar que no
lo vendí, tengo que demostrar que no lo compré.
Expedientes sin información
respecto de los gestantes, la invisibilidad en todo sentido del origen
del niño que se observa en los trámites judiciales, tornan a la figura
de la mujer gestante altamente persecutoria para la mujer que adopta al
niño... extendida a la relación con este y al niño, por
supuesto.
Esto es mucho más
perjudicial cuando se trata de una niña que deberá identificarse con
la madre... ¿con cuál? es la pregunta. Esta carencia de dispositivo -o
este dispositivo vigente- deja esa figura de la gestante en una penumbra
que facilita el ser depositaria de esa identificación, recreando la
estigmatización de la que es objeto. Quizá condenando a la repetición.
Cuando en cambio la adopción
se trata del encuentro entre estas dos mujeres, cuando la ley actúa
como garante de este encuentro, como puente y no como muro de dos
historias separadas, las fantasías se juegan como en cualquier
maternidad que -merced a esa disyunción entre el deseo de embarazo y
deseo de hijo- siempre implica una "adopción" del hijo.
La experiencia me dice que cuando
se escenifica ese espacio intersubjetivo, cuando se
encuentra el modo de legitimarlo junto a la escena que allí
acontece, se comprende y no se condena el no deseo de hijo.
De este modo no se sometería
al niño a larguísimos intentos de reinserción donde
nunca estuvo inserto, acelerando un proceso de adopción y
evitando la estigmatizante institucionalización o zona gris en la que
tantos niños viven durante años. Todo esto facilitaría la elaboración
del proceso y de las fantasías inconscientes en juego en todos los
actores del instituto de la adopción.
Si por evitar un delito -el
del tráfico de niños- se cercenan garantías, se están produciendo
dos males y no solucionando ninguno.
Porque la adopción es una
problemática humana real en la que participan muchos actores sociales
sobre los que estamos pensando, pero sobre todo eso, es una cuestión de
política de estado. Y estas determinan el lugar que ocupan cada uno de
esos actores, y por ende se enraizan en esa problemática humana real y
determinan su posición subjetiva frente a ella.
Reflexión
sobre el Coaching, por Clara Patricia Cano
Nuevamente
nuestra amiga de Colombia, la administradora de empresas, Clara Patricia
Cano nos envía sus reflexiones, en esta oportunidad sobre la técnica del
coaching:
El
Coaching en la generación de conocimiento permite la creatividad dentro
de una organización, permite la libertad de crear con base al trabajo que
se realiza
abriendo posibilidades a mejorarlo sin necesidad que sea desde la alta
gerencia que se impongan cambio y mejoras. Es a partir de ahí que
el nuevo conocimiento, las sugerencias, innovaciones cobran valor dentro
de una empresa y por lo tanto se traduce en rentabilidad o beneficio económico.
Pero para que lo anterior
se de, es necesario que el coaching sea una forma de vida. Es decir,
que parta de un interés particular, individual, de la voluntad de cada
persona con el fin de que sea realidad en el entorno donde se encuentre.
A algunos países, específicamente los mal llamados
"Tercermundistas", le llegan toda clase de métodos y
"estrategias nuevas" (después de 10 ó 20 años de
atraso) para aplicarlas a las empresas, pero desafortunadamente se importa
la forma y no el fondo.
Por ejemplo cuando se habló en años anteriores de calidad total, se
enfocó básicamente a planes para hacer las cosas bien hechas, más no se
inculcó el sentido de fondo o la raíz del término, lo que implicaba
hacer las cosas bien hechas y su razón de ser. Por ello muchas
empresas fracasaron en su empeño. Por el contrario hubo otras que
entendieron
el mensaje y llevaron a sus empleados a vivir una calidad total primero en
lo personal traduciéndolo luego en su hogar y por lo tanto en lo laboral.
De la misma forma Coaching, parece algo extraño, nuevo y difícil de
digerir. Pero al desmenuzar el término y llegar al fondo,
encontramos que es un principio inherente en el ser humano. Que por
su ser social, siempre ha anhelado amar, y sentirse amado y es esto lo que
en última instancia le lleva a eliminar barreras de conocimientos y / o
paradigmas para remontarlo a alturas muy elevadas. Como dice Arjona
en su canción "El y ella" "El amor con sus hilos
elimina las barreras de las culturas"
Opinión de Almira sobre el
tema Quiebres en la subjetividad de las exigencias postcapitalistas,
que desarrolló Cecilia Suárez
Desde Venezuela,
nuestra amiga Almira nos aporta su punto de vista:
En cuanto al texto me
parece que lo que dices es realmente cierto.
Yo soy de un país
tropical donde la edad es a veces como criticada porque te digo esto es
que ya a los 50 años tu eres una vieja y no te ven nada bien y la gente
aún cuando quiere hacer muchas cosas siempre la critican, en algunos
estratos sociales es menos que en otros, pero yo soy de las personas que
pienso que las personas de cierta edad guardan mucha sabiduría y quizás
por nuestra idiosincrasia no nos enseñaron a ver lo positivo de todas
ellas, creo que es necesario sensibilizar a los jóvenes y entusiasmar a
las personas adultas a seguir que realicen lo que quieran y como hay un
dicho aquí en Venezuela hacer las cosas hasta que el cuerpo aguante.
Finalmente,
le
enviamos un cordial saludo a María Adela, a Clara Patricia y a Almira, así como nuestro
agradecimiento y la esperanza de que otros lectores sigan su ejemplo.
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