I
- Sistema social y sistema de información.
El mundo es un gran espectáculo para
el observador sistemático, la variedad de
formas y la diversidad de puntos de composición
lo hacen fascinante. El mundo social tiene
esas mismas cualidades y otras, agentes
creadores, observadores que interpretan desde
algún lugar lo que miran y lo que viven, y lo
modifican. Un inventario imaginario posible de
todo lo que aparece a la vista de un
observador sería gigantesco, un muestrario de
la habilidad humana para configurar y
reconfigurarlo todo. Si a este gran catálogo
se agregaran todos los ritos, objetos,
pensamientos, actitudes, juicios, artes, del
pasado posible, lo que aparecería ante
nosotros sería de una plasticidad y
heterogeneidad tal que no habría percepción
que alcanzara a dar cuenta de todo. La gran
enciclopedia de lo general y lo particular sólo
por inventario es un proyecto posible, y es sólo
una parte de lo que desde hoy podemos
construir con la lógica de los sistemas de
información.
Los sistemas de información son un
horizonte de sistematización del mundo
contemporáneo.
Por una parte aparecen como una configuración
técnica de la memoria, del registro de todo
lo posible. Y por otra parte tienen la forma
de un orden
que se explicita y busca su reproducción.
Esta doble, y no exclusiva, forma de su
composición y organización es la que nos
permite hoy reflexionar sobre lo que somos, lo
que hemos sido y lo que podemos ser, desde una
visión única, la de las matrices de
configuración que nos construyen. Miremos por
un momento lo que sucede. Al catalogar todo lo
que aparece lo fijamos en algún registro de
la percepción. Lo que antes era sólo
acontecimiento ahora es un dato ubicado en un
contexto de significación que lo define y lo
determina. A partir de ahí varios son los
cursos de acción, uno, el más evidente es el
que parte de la decisión de confirmar lo que
ha sido registrado o modificarlo, lo cual
puede ser porque se cuenta con la representación
que lo permite. Gracias al sistema de
información sobre el mundo se lo que aparece
ahora en el mundo, la pregunta es si deseo que
el mundo continúe así, o lo cambio en parte
o en orden.
Con los sistemas de información hemos
descubierto algo que nos compromete, antes de
percibirlos ya estaban ahí de alguna manera,
y ahora que los conozco tengo que decidir si
sigo en esa configuración o muevo la
trayectoria hacia otra dirección o sentido.
La Memética tiene algo que decir sobre
este fenómeno. Todo lo que somos, todo lo que
pensamos, lo que hacemos, lo que deseamos, lo
que tememos, lo que olvidamos, lo que
recordamos, lo que entendemos, deriva de
alguna matriz de sistemas de información que
nos ha construido.
Y este es sólo el planteamiento del asunto. Esa
matriz actuante en cada individuo, en cada
situación, en cada momento, está articulada
en un cuerpo de instrucciones que forman
grupos, entidades plásticas que se acomodan a
cada circunstancia, a cada entramado de
condiciones favorables o desfavorables a su
replicación. La imagen es la de una gran
forma que incluye a muchas formas
particulares, y que en conjunto construye a
los miembros de una región, de una sociedad o
comunidad particulares. Todos somos
portadores de esa matriz, la que corresponde a
nuestra cultura, a nuestro estilo de vida, a
nuestra forma de actuar, percibir y expresar.
La vida social puede ser vista como el
juego de interacciones entre ciertas
instrucciones sobre todo tipo de formas
que se conforman en patrones estables más
o menos amplios de construcción de individuos
y grupos, para reproducir ciertos esquemas de
acción y percepción.
El punto clave es que esos patrones
de instrucciones buscan replicarse, como
genes de la vida social, y a esos
cuerpos de información se les llama memes.
La Antropología ha invertido su oficio en
registrar y mostrar esos memes de la vida
social, esos esquemas de orden que construye
la vida de los grupos y las sociedades. Lo que
han hecho es reconocer y formatear a los
sistemas de información que arman al mundo de
lo social. Lo interesante del punto de vista
memético sobre el antropológico es que el
meme no tiene mas interés que el de
replicarse, que el de buscar zonas y regiones
de lo social para reproducirse, y de esta
manera nuestro mundo humano es la arena de
lucha de una multitud de memes buscando
sobrevivir a través de nuestra energía,
formas que nos configuran y sólo quieren
continuar, buscando otros individuos y
regiones sociales para hacerlo.
Los sistemas de información que
construimos gracias a nuestras competencias lógicas,
semióticas e informáticas son
representaciones de esas formas meméticas que
nos configuran. Mediante nuestros oficios
y artes los hacemos evidentes, visibles. Y
entonces la vida cambia. Antes, los memes se
movían sin nuestra conciencia de que
estuviera sucediendo, o
de qué manera estaba sucediendo. Ahora
podemos mirar su movimiento, percibir cómo
nos habitan y se reproducen. Ahora la decisión
sobre su sobrevivencia es más puntual. La
historia humana se dividirá desde hoy en
antes de la percepción de los memes y después
de la percepción de ellos.
El sistema social es la versión
estable de una configuración memética.
De un conglomerado grande de opciones, o pequeño,
sólo un cuerpo de formas ha vencido por el
momento y conduce al movimiento de la vida
social, le dicta las normas de su
comportamiento y su expresión. La forma
sistema social garantiza que ese cuerpo
vencedor se reproduzca por un tiempo.
Construye todos los componentes necesarios
para vigilar y ajustar modificaciones que
pongan en peligro la replicación sistémica.
El sistema social es la expresión más clara
de la forma meme, toda una composición y
organización social para replicar ciertas
formas de vida .
Todo sistema social derivó de una
lucha entre formas por establecerse como el
centro rector, lo que les permite replicarse.
En el proceso muchas formas mutaron para
juntarse a la forma vencedora, y otras
desaparecieron por completo al quedar fuera
del orden vigente. Otras más permanecen
latentes esperando un momento mejor para ganar
fuerza y vida, como un virus. También se da
el caso de la convivencia de formas alternas,
es mejor para todas compartir el espacio que
luchar por que sólo una de ellas permanezca. Casi
parecería que hay una historia distinta por
escribir, la de los sistemas de información
que han programado la vida social y la ruta de
conformación de sus memes, hasta llegar a los
más exitosos, los que fracasaron, y los que
siguen vigentes con mayor o menor presencia.
Los individuos sólo son vehículo de esos
sistemas, la historia humana es la historia de
los sistemas de información que han
construido lo humano.
II
- Sistemas de información y sistemas de
comunicación en la configuración de lo
social.
Los sistemas de información son una
configuración sistémica, tienden a
estabilizarse, a cerrarse, a reproducirse en
formas lo más cercanas a lo semejante, lo idéntico.
También tienen una forma abierta e inestable,
pero no es lo propio de su forma sistema. En
este sentido sistema social y sistema de
información son entidades de la misma forma
general y
colaboran en los mismos procesos. Cómo es que
sucede esto, eso es parte de un programa específico
conceptual y metodológico. El punto
pertinente sobre esta imagen de estabilidad y
seguridad reproductiva es la relación con la
comunicación, que en cierto sentido desmonta
a la forma sistema, y en otro la refuerza
otorgándole otras cualidades.
La figura de la
información es vertical, unidireccional, da
autoridad, gobierno, de poder central. En su
composición y organización sistémica
adquiere toda su amplitud, la información
ordena, es la forma del orden, fija sentido y
dirección, cierra opciones, busca ser eficaz,
estabiliza relaciones y conexiones, formaliza
todo lo que toca. Si está en el sistema, en
su representación, existe, de lo contrario es
algo que hay que asimilar, pulir, diluir. La
forma información en sistema puede llegar a
ser muy rígida, tanto que cristaliza al
movimiento, lo congela, y eso es muerte de lo
vital. Para que esto no suceda la vida social
recurre a otra figura que la complementa, la
refuerza y también la transforma, la
comunicación. El sistema necesita identidad,
pero no clausura total de movimiento. En este
sentido se abre al conocimiento de lo exterior
para mejor adaptarse a su entorno y adquirir
mayores competencias para sobrevivir y
desarrollarse. Del exterior también recibe
energía. Así que el sistema se conecta con
lo externo para obtener energía e información.
Y ahí cambia, un poco, mucho, por completo.
En una perspectiva ecológica aparecen
muchos sistemas en relación, de diverso grado
de complejidad, y entre todos con un conjunto
global de gran complejidad. El mundo social ha
sido un camino de lo diverso desconectado a lo
semejante conectado. En el horizonte actual la
diversidad no ha desaparecido, lo que ha
aparecido es la posibilidad de su interrelación.
Eso es la dimensión de la comunicación. En
operación sería aquello que permite a lo
diverso ponerse en contacto y conformar un
nivel mayor de organización por ese punto de
vinculación. El sistema de comunicación
posibilita la figura de un nuevo nivel de
configuración de lo social, también ordenado
bajo la forma sistémica de la información,
pero con márgenes relativos de diversidad y
de autonomía sistémica en su interior. En el
contacto de dos formas sistemas puede suceder
que una se integre a la otra, que una
desintegre a la otra, o que se integren en una
forma que las incluya a las dos en una conexión
que respeta la diversidad de su autonomía,
hasta cierto punto. En el tercer escenario
entra en juego la figura del sistema de
comunicación.
El sistema de comunicación
es un sistema de información que no
cubre la totalidad del sistema social con su
forma, sólo la parte que permite la
articulación, la colaboración, la
competencia, la interacción. En una forma
sistema de información total, todos los
componentes de su interior coinciden con el
sistema social, lo ordenan en su totalidad. En
la forma sistema de comunicación sólo lo que
permite la agregación de lo diferente en una
entidad conglomerada está en su lógica, y
requiere de lo diverso para su funcionamiento
y desarrollo. En el sistema de
comunicación es muy importante siempre
mantener un margen grande de independencia
sistémica de los miembros particulares,
porque de su diferencia se enriquece la
totalidad. Por eso es posible decir que el
sistema de comunicación es la continuación
del sistema de información con otros medios.
Y de ahí la doble imagen, por un lado parece
que lo destruye, y por otro parece que lo
enriquece.
La vida social puede tener formas
sistema de información y formas sistemas de
comunicación simultáneas, contemporáneas,
siempre y cuando la forma comunicación esté
por encima de la forma información. Lo
contrario es posible pero supone una
resistencia a una figura totalizadora que se
impone, o un acuerdo general total
entre varios
sistemas de comunicación . En el caso
primario lo que se presenta
es una renuncia a la figura
totalizadora por una de
convivencia de la pluralidad.
Los sistemas de comunicación permiten
la circulación de los memes dentro de una
ecología mayor a la de los nichos saturados
de un sistema de información específico. Aquí
entra la figura de la diversidad de sistemas
de comunicación.
En un sentido arriba se nombró al acuerdo
ideal entre muchos sistemas de información de
convivencia y aceptación de la
mutua afectación. Pero no sucede así,
aunque es un escenario posible. En el mundo
social se presentan sistemas de comunicación
de diverso grado e interconectividad
potencial. Por ejemplo la ciencia, que
es capaz de cubrir a la totalidad del planeta
en cierto sentido, pero sólo conecta a un
sector muy pequeño. Aquí se da la imagen de
un pequeño sistema que puede afectar a la
totalidad ecológica de lo social. Otro
ejemplo es el de los medios de difusión de
información. Estos sí entran en contacto
directo con grandes sectores de lo social en
todo el planeta, y son las piernas sobre las
que camina la globalización. El asunto es que
la circulación de conocimiento científico y
de productos de la industria cultural no es de
todos los puntos del sistema a todos los
puntos del sistema, sino de ciertos puntos al
resto, más que lo complementario.
El caso del mercado es también
ejemplar. La sociedad de mercado abre sus
fronteras a todas las mercancías bajo el
modelo ideal del liberalismo económico, pero
en realidad no es así, unas regiones reciben
más productos que otras, y otras no pueden
sacar los suyos aunque lo desean. Pero en
todos estos casos seguimos hablando de
sistemas de comunicación.
La comunicación como sistema llegó a
nuestra vida social con la formación del
sistema mundo a partir del siglo XVI, aunque
tiene múltiples antecedentes. Pero es
entonces que se crean las condiciones de
emergencia de un sistema de relación entre lo
diverso más allá de las ambiciones
particulares de un sistema social-de información.
El siglo XX ha sido una plataforma para la
aceptación política general de la
pertinencia de los sistemas de comunicación
mundial. Y en este camino han aparecido muchos
ejemplos regionales de comunicación contemporánea
y anterior. De todo se puede aprender. El caso
es que al tiempo que los sistemas de información
se perfeccionan en sus intenciones de hegemonía
total, los sistemas de
comunicación aparecen como la
posibilidad de creación de un auténtico
sistema universal social con mejores
condiciones de creación y evolución
sociales. La guerra fría es un caso de la
improductividad de los sistemas de información
como sistemas sociales totales. Y la economía
de mercado es un buen ejemplo de las
posibilidades de los sistemas de comunicación.
La migración, la difusión de ideas y
costumbres,
la libre circulación de mercancías,
todo entra en el juego de la nueva sociedad
emergente de la comunicación. Y los memes
tienen más espacio que nunca para circular,
pero con una consiga, tienen que aprender a
convivir. El reto es si la lógica de
información se impondrá a la de comunicación,
o en realidad estamos ante un nuevo ciclo de
vida social.
III
- El caso de las agendas de información.
La información tiene diversas
acepciones y visiones en nuestro mundo
contemporáneo. Una de las más operadas es la
que tiene relación con los llamados medios de
información colectiva, los medios. Todo empezó
en el siglo XIX con el boom liberal del
periodismo. El periódico es el modelo de la
difusión de información liberal. El
periodista es el personaje externo a los
intereses creados que observa y da cuenta de
lo que sucede, el que informa a la sociedad de
lo que los poderosos hacen, el que denuncia
excesos, el que marca los límites de abuso,
el que crea opinión con su capacidad crítica
y su manejo justo y suficiente de la información
sobre lo que juzga. Y de esta manera el periódico
se convierte en el cuarto poder, la mirada que
observa atenta lo que todos hacen, sobre todo
los que mayor efecto pueden tener con sus
acciones. Y en cierto sentido ha cumplido con
su misión liberal, pero en muchos otros se ha
transformado en una secuela de las formas
anteriores de dominación, y el mismo se tornó
un centro de poder. Quien tenía la vocación
de crear y difundir las representaciones sobre
los sistemas de información social,
adquirió tal poder con su capacidad de
dirigir la agenda de asuntos relevantes, que
se convirtió en un agente de dominación
propio o por delegación.
El siglo veinte amanece en el asunto de
los sistemas de información y los memes para
la construcción social con la llamada segunda
guerra mundial. La labor de los medios, en
particular el cine y la radio, es
sorprendente. En ambos campos
contendientes se desarrollan
estrategias y actividades diversas para llevar
a sociedades completas a entregarse a un
objetivo bélico. Fue tal la eficiencia de las
respectivas campañas de propaganda, que el
mundo no volvería a ser el mismo. Nace la
especialidad en dominio técnico de la
información para control del comportamiento
colectivo. Y no es que fuera del todo una
novedad, las religiones y las ideologías ya
habían mostrado sus posibilidades. Pero el
uso de las nuevas tecnologías de difusión de
información mostraron que el asunto aún
estaba por desarrollar sus mejores momentos. Y
así fue. El resto del siglo ha sido un
muestrario de lo que se puede hacer al mundo
colectivo a través de medios tecnológicos
como el radio y la televisión, sin descartar
a los anteriores, como el cine y el periódico.
Un concepto nace en la segunda parte
del siglo XX como efecto de lo observado
durante las décadas de la guerra y las
siguientes, la agenda de información. Los
científicos nombran lo que los técnicos en
propaganda ya dominaban. En un sistema social
se pueden construir formas sistema de
información para dirigir el comportamiento y
la percepción en el sentido de ciertos
intereses. Los medios de información
colectiva ordenan por lo menos la percepción
al dictar cuales son los asuntos que deben ser
tomados como los más importantes. Y no sólo
eso, sino que además proponen las
tematizaciones que deben escenificarse en el
ámbito público y privado sobre esos temas. Así
que la conducción memética funciona. La
gente escucha, lee, e incluso aprende de
gestos, énfasis, y actuación dramática,
sobre los temas de la agenda del sistema de
información mediático. Y sucede que imita en
consecuencia, formas verbales, juicios, énfasis,
puntos de vista, en incluso la manera de
actuar verbalmente lo que está diciendo. Todo
ello lo aprende en el tiempo que dedica a los
medios.
El efecto mimético de la agenda es
innegable. Lo que queda es ubicar en su
contexto a dicha agenda. La que sea, es parte
de un sistema de información que la dicta. Es
decir, los medios son voceros de ese sistema.
Aquí la Mediología es de gran utilidad. Los
grandes sistemas de información han hecho uso
de los medios
más eficientes a su alcance a lo largo
de la historia para garantizar su reproducción,
su sobrevivencia. Hoy no es la excepción, los
llamados medios son instrumentos de los
sistemas meme que buscan su replicación. El
punto es que lo hacen en diversos niveles,
desde el gesto del locutor, hasta la matriz
ideológica que está detrás de lo que dice,
incluso más allá de su percepción
consciente. Y este espacio de diversidades
actualizadas en una misma actuación es lo que
hace del comportamiento de los medios un
objeto privilegiado de estudio en el ámbito
de la visión Memética.
El asunto de la agenda de información
es clave. Al mirar unos temas no se miran
otros. Al mirar los temas mirados de cierta
manera no se miran de otras maneras. Y además
está el juego temporal de la jerarquía de
temas. Lo que hoy es importante puede no serlo
mañana para la agenda, aunque lo siga siendo
para el sistema social en algún sentido. La
primera característica de la agenda es su
visibilidad, está en la cartelera de lo que
está enfocado para ser mirado y conversado,
proponiendo además los elementos de esa
mirada y esa conversación, como un guionista
que proporciona los diálogos a los
personajes. La segunda característica de la
agenda es su enfoque, los asuntos entran y
salen, y con ello quedan marcados como
importantes y no tanto.
Y la tercera característica es su
actualidad, la agenda juega con el tiempo y
los temas, sólo lo actual es relevante, y lo
actual cambia para convertirse en forma de la
novedad que atrae y se puede vender. La agenda
se mueve en una dimensión de la información
que tiene su propia lógica, se justifica a sí
misma con la cualidad de la noticia, pero toda
ella está construida por otra lógica que es
la del sistema de información que desea
sobrevivir, no le interesa informar, sólo
ganar adeptos y replicarse.
La agenda de información es un
elemento del sistema de información, pero
también lo es del sistema de comunicación.
Pone en contacto lo diverso y lo distante con
lo cercano y lo semejante. La agenda de los
medios tiene un efecto empresarial, garantiza
que la empresa de medios tenga publico
consumidor mañana. Un efecto sistémico,
reproduce los elementos de uno o varios
sistemas de información en una ecología
social dada. Y tiene un efecto ecológico, se
configura como sistema de comunicación más
allá de su intención y objetivos primarios,
conecta a los distintos sistemas de información
sin proponérselo.
En este sentido la agenda puede
evolucionar, puede enfatizar más componentes
del sistema de información estable implícito
en su aparente cambio cotidiano de
novedad, puede configurarse con mayor
claridad como promotora de los sistemas de
comunicación, con mayor participación de sus
públicos receptores y sus involuntarias
fuentes de información.
Las agendas son una forma de la
producción empresarial periodística, pero
pueden convertirse en agentes poderosos de
promoción de cultura de información y
comunicación. El asunto no es sólo de
periodistas.
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1998
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Barcelona
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1995
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Entre
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El
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Barcelona
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VARELA,
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1990
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Conocer
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Gedisa
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Barcelona
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VON
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1998
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Sistémica
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Ideas
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Abrir
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WATZLAWICK,
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El
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Cibernética
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WIENER,
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Cibernética
y Sociedad
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México
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ZOHAR,
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La
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Plaza
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para la CiberSociedad
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