¿Qué es el coaching?
El coaching
aspira a delinear un futuro que conlleve el compromiso de lograr un
objetivo, a partir de lo cual motiva con razones objetivas las acciones
que produzcan un futuro en el que ese objetivo se haga realidad; a
diferencia del management, que propone mantener el control y para ello
intenta predecir el futuro y delinear estrategias para controlar las
conductas.
Es una disciplina que
se aplica para producir resultados donde habitualmente estos no se
consiguen.
Aplicando los postulados del coaching -la disciplina-, el coach -el
orientador, el facilitador-, y el coachee -el destinatario de los
resultados del proceso de coaching-, interactúan, sosteniendo como
instrumentos para alcanzar sus objetivos, las siguientes premisas:
- Existe como una condición
natural la idea de que “las cosas no cambian”. Una suerte de no
posibilidad para el cambio.
- Esta idea lleva a
cosificar todo y desarrollar tecnologías para vivir en un mundo
cosificado.
- El coaching
considera esta situación como una crisis filosófica y revisa las
modalidades de percepción de la realidad para comprender cómo se
configura lo que llama un “modelo históricamente condicionado”
que provoca una determinada “ceguera cognitiva” que se sintetiza
en la frase “el mundo es como nosotros creemos que es”.
- El coaching se
fundamenta en la función transformadora del lenguaje, que como
generador intrínseco de acciones,
permite asumir compromisos, hacer pedidos y ofertas que
modificarán una situación puntual, que darán lugar a una realidad
nueva y distinta. Que permitirán cumplir el objetivo inicialmente
propuesto.
¿Qué hace un coach?
Un coach es un facilitador, un orientador que se pone al servicio
de los logros que el coachcee quiera producir.
Para ello:
- Examina la forma en que
se ha construido la llamada “ceguera cognitiva”, e invita al coachee
a aceptarla para poder evolucionar, a comprender que las historias no
necesariamente condicionan las acciones.
- Explora otros puntos de
vista, posibilidades y elecciones, para que el coachee sea capaz de
formular interpretaciones alternativas que le permitan otros cursos de
acción.
- Reformula las preguntas
para obtener otras respuestas, empleando su sagacidad para observarse
a sí mismo, al coachee y a las circunstancias externas y del
entorno, para procurar que el coachee vea a las organizaciones
como redes de conversaciones y relaciones, y, en ese marco, reconocer
el rol que juegan las emociones, para predisponer los cursos de
acciones a seguir.
En suma, el coach emplea sus competencias, para facilitar y
orientar al coachee en la percepción de las distintas facetas de
su realidad, estimular su imaginación para concebir nuevas formas de acción,
desafiar su capacidad para contraer compromisos que, asumiendo los riesgos
posibles, generen cambios que lo acerquen al cumplimiento de sus
objetivos.
¿Qué es la ceguera cognitiva?
El especialista en entrenamiento para el liderazgo, Jim Selman,
periódicamente visita nuestro país para desarrollar conferencias y
seminarios sobre las técnicas de trabajo que propone la disciplina
denominada coaching.
Apoyándose en la distinción de la doble significación del
verbo to be en inglés que se
utiliza como ser -que supone,
entre otras cosas, permanencia- y como estar
-que denota un estado solamente transitorio-, Selman analiza la utilización
de los verbos ser y estar en español (ej. "soy casado", "la sala es fría")
sacando como conclusión que el hablante de lengua española desarrolla un
punto de vista cultural de permanencia que lo lleva a aceptar como una
condición natural que "las cosas no cambian". Se instala así
en un contexto de no posibilidad para el cambio, que lo hace considerar
como una especie de milagro cualquier cambio que se materialice
efectivamente.
De este modo, en opinión de Selman, el hablante de lengua
hispana define como paradigma contemporáneo la afirmación:
"cualquier resultado será una variación del pasado, ya que actuamos
por reacción y en consecuencia nuestras acciones están históricamente
determinadas, por lo tanto no hay espacio
para la innovación". La convicción de que "esto no va a
cambiar" constituye el paradigma newtoniano-cartesiano y lleva a
cosificar todo y desarrollar tecnología para sobrevivir en un mundo
cosificado.
El coaching define esta situación como una crisis filosófica
y sostiene que no podemos confiar más en nuestro punto de vista ni en el
llamado 'sentido común' y que no tenemos más tiempo para controlar lo
que está pasando. Como contrapartida propone –acudiendo a la filosofía
oriental- transformar la crisis en una posibilidad.
De acuerdo con los postulados del coaching, el cambio
empieza por cada uno, por lo cual se plantea como esquema de reflexión
superadora el análisis de la relación entre acciones y resultados,
experiencias e historias, conductas y explicaciones, causas y efectos,
para comprender cómo se configura el paradigma
históricamente condicionado.
acciones----------------->resultados
experiencias------------>historias
conductas-------------->explicaciones
causa-------------------->efecto
causa
<--------------------razón
la causa produce un efecto,
pero
esto puede confundirse y el efecto
puede ser considerado como la
razón
que justifica la causa
PRESENTE
PASADO
JUGADOR OBSERVADOR
RINDIENDO CUENTAS
CEGUERA
COGNITIVA--> "el mundo es como nosotros
pensamos
que es"
{____________________________________}
PARADIGMA
CONTEMPORÁNEO
Las acciones producen resultados, las experiencias van
configurando historias, las conductas adoptadas pueden ser explicadas, las
causas general efectos. Las categorías de la segunda columna del esquema
son consecuencia de las categorías incluidas en la primera columna. Pero,
si en un estado de confusión, esta lógica se invierte, se puede llegar a
considerar que el efecto es la explicación, la razón que justifica la
causa. Análogamente los resultados pueden ser justificaciones de las
acciones, las historias construidas justificaciones de las experiencias
vividas y las explicaciones justificaciones de las conductas adoptadas.
En esta confusión, según Selman, la consecuencia de lo ocurrido
con anterioridad se convierte en pasado porque ese pasado constituye la
razón que justifica lo que se resuelve que ocurra en el presente. Así el
'jugador' --el que pone en
juego los elementos--, se convierte en un 'observador que rinde cuentas',
que da razones que justifiquen las decisiones que tomó condicionado por
el pasado. O, dicho de otro modo, que el pasado tomó por él. Esto, para
Selman, constituye la "ceguera cognitiva" que se sintetiza en la
frase: "el mundo es como nosotros pensamos que es".
Esa "ceguera cognitiva" nos vuelve adictos a conductas,
adictos a nuestro paradigma de control y predicción, adictos a nuestros
puntos de vista; genera una permanente negación que nos lleva a una
conversación autorreferencial que nos impide aceptar que un punto de
vista alternativo podría permitirnos ver algo que no habíamos visto
antes.
La propuesta superadora de lo descripto consiste en:
·
aceptar
que las historias no necesariamente condicionan las acciones
·
considerar
las situaciones de crisis como posibilidades
·
aceptar
la ceguera cognitiva y explorar otros puntos de vista, posibilidades y
elecciones
·
asumir
el poder y definir un objetivo propio (individualmente o en conjunto)
·
comprometernos
firmemente con ese objetivo e inventar un futuro que lo haga posible
·
aceptar
el desafío de actuar en función de ese futuro
El compromiso con el objetivo de nuestro futuro debe ser mayor
que nuestro estado de ánimo, porque –señala Selman- es un error
defender la imagen en lugar del compromiso, ya que lo que pensamos que
controlamos nos está controlando a nosotros.
|