La transición expresa
la mecánica del cambio histórico. El comportamiento de la sociedad
registra una mutación continuada como condición existencial. No importa
si avance o retroceso cualitativo, pero sí transformación.
Las
ansias de vigencia permanente y propuesta única que plantean las
voces más altas de la sociedad capitalista actual -que hoy se manifiesta
en la sociedad globalizada que contempla la primacía de una sola potencia
mundial- se corresponden con la hipótesis de viabilidad de una
cristalización para la eternidad de una estructura social cualquiera que,
conforme los dictados de la exploración científica a través de la
historia de la humanidad, es menos que una utopía, es apenas la vana
ilusión de todos los privilegios que en el mundo han sido.
Al
capitalismo no le interesa el costo humano del crecimiento económico que
sirve a sus fines.
Para el análisis de
estas ideas, se puede enunciar algunas líneas principales de estudio:
1) comportamiento de las fuerzas sociales en la operación del proceso de
cambio en las sucesivas transiciones;
2) técnica correctiva de los factores actuantes en la estructura y
funcionamiento del sistema productivo institucionalizado por el
capitalismo en escala universal;
3) proceso creativo de nuevos valores que sustituyan el mundo del
consumismo descontrolado, que generó el modelo vigente de degradación
social y destrucción humana;
4) implementación de una estructura técnica y funcionamiento adecuado de
la fuerza social transformadora, para dotarla de las condiciones
apropiadas, en su función de respuesta a las exigencias de la conciencia
y necesidades de participación del ser humano;
5) los programas político-sociales que operan la transición en los
países desarrollados y la estrategia que corresponde a las organizaciones
cuyo trabajo social se realiza en naciones periféricas, en distintas
etapas de su economía interna;
6) problemas específicos vinculados a la seguridad de los procesos
democráticos en las etapas de avance social;
7) el sector público de la economía, su sentido social y la necesidad de
nuevas reflexiones sobre la actualización de su concepto, estructura,
régimen operativo, gestión y control concurrente;
8) preservar el interés social en la política de desarrollo científico
y tecnológico a través de las estructuras de investigación de las
universidadesdel Estado y los órganos técnicos instituidos para el
cumplimiento de ese objetivo.
Dos
siglos de desarrollo del sistema de producción capitalista han conducido
al estado actual del proceso de despersonalización del ser humano, que
motiva tanto la angustiada búsqueda de respuestas teóricas como de
cobertura de las necesidades más elementales que hacen a la supervivencia
digna de las personas.
El
poder económico determina el mecanismo industrial, el régimen de
comercialización, la dirección financiera y el control cultural a
través de la información en sentido acrítico y antihistórico.
Los
cuadros responsables de la respuesta social tienen la singular misión de
denunciar la trama del vaciamiento cultural y orientar a la juventud en el
camino de su deber histórico de vanguardia en las luchas por el progreso
social.
Frente
a la acción corrosiva de valores y conceptos, frente a la acción
destructora del poder económico, la respuesta social debe operar con
adecuado nivel de eficiencia, de acuerdo a las posibilidades distintas de
los desarrollos alcanzados por las organizaciones actuantes.
El
trabajo social es una creación permanente.
La
construcción histórica expresa una constante de la responsabilidad de
cada jornada en el esfuerzo orientador de la organización del trabajo
social.
Todo
el mundo sabe que el presente será algún día historia, nos recuerda
Paul M. Sweezy.
No
hay programas para la eternidad.
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