"Casi siempre se hallan en nuestras manos los  recursos que pedimos al cielo." 
William Shakespeare

                                 Sitio de investigación y capacitación
                                     https://transdisciplina.tripod.com/

                                     dirección general: Lic. Cecilia Suárez

 

  ARTÍCULOS: ARCHIVO

¿PARA QUÉ QUEREMOS AL LIBRO?

por Naief Yehya
(Gentileza de La Jornada Semanal)
 

 

Si por un momento pudiéramos olvidarnos de nuestra estrecha relación, a veces fetichista, con los libros, tal vez entonces podríamos evaluar fríamente su utilidad. Como ya lo dijo Daniel Bell, el libro no puede ser comparado con la capacidad de almacenamiento, búsqueda y clasificación de la información de los dispositivos de memoria magnética, electrónica u óptica. ``Pero si leemos para reflexionar, para `hablar' con la obra, para construir una argumentación o interpretar un pasaje, parece que el formato del libro, con sus márgenes y su comodidad, puede ser un medio mejor''. Alejandro Piscitelli se pregunta en su libro más reciente, Ciberculturas en la era de las maquinas inteligentes: ``¿Cuánto hay de probado y cuanto de impostado en esta tesis fuerte? ¿Cuánto hay de añoranza por un mundo que ya no volverá y cuanto de incertidumbre frente a un mundo que ya se nos aparece como perdido?''

La primera revolución informativa tuvo lugar cuando el ojo le quito al oído el privilegio de ser el principal órgano utilizado para recibir información. Uno de los profetas de esta transición fue Platón, quien atacó las formas orales de transmisión del conocimiento. Mas tarde, el libro fue muy útil para el establecimiento y expansión de las religiones judeocristianas. Este invento tecnológico se convirtió en un modo de comunicación con Dios. ``El libro no era tan solo el instrumento domesticador de las conciencias a trabes de la fe, sino el cielo mismo tocado con las manos.'' Inicialmente la tecnología del libro no condujo a la liberación de la mente sino a la sumisión al dogma. La tecnología de la palabra digitalizada ya nos ha inoculado con nuevos dogmas y ha modificado enormemente nuestra relación con el conocimiento. ``Yo escribo, no proceso palabras'', responde horrorizado Gilles De Ath, el protagonista de la cinta Love and Death in Long Island (Richard Kwietnowski, 1997), cuando le preguntan si utiliza un procesador de palabras. Hace algunos años nadie se hubiera imaginado que el reformateo automático de la pagina, el cambio instantáneo de tipografías, las subrutinas de corrección ortográfica, la repaginación, el desplazamiento de bloques de texto y el manejo de archivos virtuales serian operaciones tan comunes como cambiar el cartucho de una pluma o lavarse los dientes.

"¿Quién esta dispuesto a renunciar a los avances de la palabra digital para ser fiel a la tinta impresa en pulpa muerta? Todos amamos al libro, pero quizás debamos considerar que la suya es hasta cierto punto una cultura elitista, egocéntrica, pasiva y orientada a valorar un pasado irrecuperable'', como escribe Piscitelli. Además la estructura del libro nos obliga siempre a seguir un recorrido secuencial y lineal, lo cual puede ser muy apropiado en ciertas obras, pero en otras resulta sin duda restrictivo, ya que seria mejor un desarrollo en ramas o en otras estructuras más flexibles y apropiadas.

 Las tres edades de la tele

 Con la misma pasión con que defendemos las virtudes del libro, solemos condenar los vicios de la televisión. El problema es que en general las criticas dirigidas a la pantalla casera apuntan de entrada en la dirección incorrecta. Piscitelli divide la historia de la caja idiota en tres: paleo, neo y postelevisión. La paleotele es vectorizada, unidireccional y jerarquizada. La neotele ha roto con ese modelo, se caracteriza por una incipiente interactividad y por que la tele por cable establece un flujo de imágenes continuo y sin jerarquías que rompe con las tradiciones de programación (criterios como división por géneros, estructura temporal rígida y enfoque en públicos definidos por edades o gustos). Cuando llegue la postele digital, seguramente van a extrañar la TV de hoy. El principal error de los críticos de la tele es que su nostalgia ilustrada los lleva a comparar la tele de hoy con la de ayer, cuando en realidad son medios muy distintos, su ignorancia tecnológica no les permite valorar el horizonte histórico y las posibilidades evolutivas del medio. Piscitelli escribe: ``La TV es una mitologia finisecular; es la epica homerica rediviva en la que un auditorio escucha epitetos que se pronuncian una y otra vez, y donde la repeticion es fuente de jubilo... Lo distintivo de la TV es precisamente la repeticion compulsiva. Es como el acto de rezar el rosario católico.''

Inicio | Nuestro equipo | Mapa del sitioActividades: Investigación | Talleres | Cursos | Talleres literarios | Café Filosófico | Actividades en curso: agenda | Servicios: Oganización de eventos
Consultoría y asesoramiento | Enlaces | Galería de Arte | Archivo | E-books |
Libro de visitas | E-Mail

 

 

transdisciplina creativa®
http://transdisciplina.tripod.com
©2002-2003 Cecilia Suárez
ceciliasuarez-online@fibertel.com.ar

Todos los derechos reservados
Un emprendimiento de Suárez y Asociados
Qué es transdisciplina creativa? Es un sitio dedicado a la investigación, capacitación y difusión de textos e ideas relacionados con la temática filosófica, comunicacional y de distintas disciplinas que conforman al pensamiento del hombre a través de la historia.
Transdisciplina creativa levanta información, libros, material e imágenes de la web, si usted esgrime derechos de autor sobre algún material utilizado, infórmelo solicitando su baja o cita de su nombre.
Los artículos firmados no reflejan necesariamente la visión de la editora y son exclusiva responsabilidad de sus firmantes